sábado, 15 de agosto de 2020

AMBRE VEINTE 20

 

07 de julio de 2020

El ambre es el doble de veinte

De mis padres y de mis hijos

De mis suegros y mis cuñados

De mis vecinos del costado

De mis queridos colegas jubilados

De los niños flaquitos de la ladera

De los viejitos declinados de los cerros

De los enfermos sin esperanza de la calle

De los enfermos muy desgastados del hospital

De los pasajeros muy agotados en los aeropuertos

De los pasajeros muy fatigados en los terminales

De las amas desconsoladas de casa

De los conductores anónimos de los taxis

De los huérfanos callados y marginados

De los mercados despoblados y cerrados

De las tiendas sin asistencia de la gente

De los restaurantes vacíos y desesperanzados

De los estudiantes sin las aulas de la clase

De los maestros sin las aulas del colegio

De los padres de familia sin el salario

De las madres y las ollas vacías

De los parques verdes y vacíos

De las calles calladas y vacías

De las bocinas apagas

De las puertas negadas a recibirte

De los amigos y sus manos escondidas

De las manos ajustadas la limpieza difundida

De las bocas enjauladas

De la nariz negada a respirar con libertad

De los ojos negados a mirar la muerte

De las gallinas sin el maíz de los días

De los pasajes perdidos

De las monedas desaparecidas

 De los billetes aferrados a las cajas de los bancos

De la AFP denegada a la misericordia 

De la CTS fraccionada

De la mañana fría negada a la vida

De la costa y la sierra

De la selva y sus verdes palmeras

De mi patria y de la tuya

De mi país y del mundo

De los sepulcros abiertos a los montones

De los médicos sensible y honestos

De los políticos sedientos de los votos

De las autoridades negadas a la verdad

De las plataformas digitales

De los delincuentes amarrados a las muertes

De los policías enfermos y muertos

De los médicos enfermos y fallecidos

De las enfermeras enfrentadas a la muerte.

 

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