(Salomón Vásquez Villanueva)
CONTENIDO
Ambre
El pan de
mi sueño
A la
puerta de un pan
El
huerfanito
Hambre
sin muerte
Pan de
lágrimas
Las notas
del hambre
El niño
de la mesa vacía
Lágrimas
de niño
Niño
andino
Canillita
Manos del
hambre
Maquillaje
de hambre
Niño de
barro
AMBRE
He nacido
hambre
Despierto
hambre
dormido
hambre
acostado
hambre
sentado
hambre
parado
hambre
damos un paso
hambre
viajo
hambre
no viajo
hambre
hacia adelante
hambre
hacia atrás
hambre
hacia la derecha
hambre
hacia la izquierda
hambre
para arriba
hambre
para abajo
hambre
miro
hambre
no miro
hambre
hablo
hambre
callo
hambre
como
ambre
no como
hambre
llevo
hambre
dejo
hambre
me paro
hambre
camino
hambre
en la casa
hambre
en la escuela
hambre
en el colegio
hambre
en la universidad
hambre
me cobran el agua
hambre
la sal
hambre
la salud
hambre
la luz
hambre
el aire
hambre
ya no escribe la tiza
hambre
nace un niño
hambre
muere el niño
hambre
muere el viejecito
hambre
el mercado está lleno
hambre
el mercado vacío
hambre
no se vende
hambre
se cierra el libro
hambre
se abre el libro
hambre
llega el policía
hambre
el juez
hambre
el abogado
hambre
el médico
hambre
el político
hambre
nace el hermano
hambre
muere el hermano
hambre
el estudiante repite
hambre
el estudiante avanza
hambre
de día
hambre
de noche
hambre
vivo
hambre
y quizá muerto
hambre.
EL PAN
DE MI SUEÑO
Esta es la misma hora
negra y muda de palabra,
parada
sobre el ombligo mismo de la noche;
me ha despertado
la queja de una mosca.
Me han hablado al oído
los latidos y los suspiros
de
un pan quemado
dentro de las barrigas
calladas
de
los niños
y
de los ancianitos...
Esta hora se ha derretido,
desteñida extensamente
en un mar vestido de luto,
la mosca ha comido
mi sueño de la noche
y me quedan los suspiros
finales
de
un pan lleno de agonía.
A LA
PUERTA DE UN PAN
El pobre niño de mi
pueblo
está callado
roto de hambre
a la puerta cerrada
de un pan de
la mañana.
El pobre niño de mi
pueblo
camina lloroso,
lastimado, herido,
queda desmayado
a la puerta
de un pan de mediodía.
El pobre niño de mi
pueblo
está desnudo,
caído y moribundo
a la puerta callada y oscura
de un pan de
la noche.
EL
HUERFANITO
Mi niño sin padres,
a mi lado mojadito
calladito a mi costado,
seca tus ojitos mojados,
calma tu llantito de
niño,
recibe tu vasito de
leche,
no mojes tus deditos de
sopa.
Mi niño sin padres,
Calladito a mi pecho,
limpia tu carita sucia,
acurrucadito a mi pecho,
con tus ojitos llorosos,
con tu llantito de niño,
sin el cariño de tus
padres,
duerme en este nido
calentito de mis manos.
Mi niño sin padres,
calladito,
juega en la fiesta de mi
risa,
come el pan matutino
calentito de mi pecho
la sopa de mis manos;
bebe el agua fresca de mis ojos,
duerme recostado
sobre la almohada de mi esperanza.
HAMBRE
SIN MUERTE
La lluvia ha salivado la
roca,
ha soplado el viento,
ha llegado la noche,
ha nacido la vida,
aun ha muerto la vida,
ha llegado todo...
Se ha ido todo...
menos el hambre.
No viene, está...
No pasa ni muere.
No se acaba,
siempre se queda ...
Mi niño,
no se acaba el hambre.
Ha hervido el hambre
sin el fuego matutino,
sin la olla de barro,
lejos de la cocina
materna,
sin la leña,
sin el agua,
sin el arroz
y la papa de la semana,
sin el kerosene de la
vecina.
Hierve el hambre,
porque falta el fuego,
porque llora la olla
vacía,
porque ya no llegamos a
la cocina;
hierve el hambre
porque no hay leña,
porque no hay gas,
porque no hay pan,
porque ha muerto el Trabajo.
PAN DE LÁGRIMAS
Madrecita,
come este pan de lágrimas
y moja el hambre reseco de tu sed,
ruega que tus látigos se hagan pan,
que el dolor se haga pan,
que el hambre, que tus besos,
que los odios, que tus risas, que tus caricias,
que tu silencio se haga pan,
que tus palabras se hagan pan,
que tu mirada se haga pan
que tus manos se hagan pan,
que tu muerte se haga pan.
Madrecita,
que llegue mañana
que no se queme en la calle.
Madrecita,
tres panes he pedido esta noche:
para la mañana uno,
uno para el mediodía,
y uno para la noche,
siquiera un pan de barro mojado
mientras llega la harina
después de mi muerte.
Madrecita,
el hambre ya no toca la puerta,
entra y se adueña de casa
y tus lágrimas alimentan mi hambre.
Madrecita,
que nos llegue,
que no huya,
que llegue a la mesa,
que coma mi hambre.
LAS
NOTAS DEL HAMBRE
Los niños de carne y hueso
han entonado
las notas de hambre,
las notas de llanto,
me parece el FA del dolor
el DO grave de la miseria
y el DO agudo del hambre.
Los niños
camino a sus casas
solfean las notas del hambre
en cada esquina de un pan.
Hoy cantan
los niños
las notas de pena,
las notas de alegría que no llega,
en el RE doble del hambre
en el MI agudo del dolor.
Mañana
los niños llegarán
con el DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI del dolor.
Mañana
los niños cantarán
el DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI,
las siete notas del hambre.
EL NIÑO
DE LA MESA VACÍA
El niño
a paso muy ligero
se acerca a la mesa vacía
con la sonrisa abierta de sus labios.
Moja sus labios
sólo con la sopa de su boca
come solito
las caricias de su madre.
Abraza el cuello de la suya
a cambio de pan,
de sopa y leche,
coge las ollas vacías de su madre,
el plato descartable de mediodía,
la cuchara vacía de la noche;
agarra las manos descartables
de la autoridad,
la muerte y el cementerio
de un pan.
Ha nacido
crece,
se queda,
se hace hombre
el niño de la mesa vacía.
LÁGRIMAS
DE NIÑO
He llorado como un niño.
He llorado
porque un niño muere
asfixiado en este mundo dolido.
Ha quedado tejido mi llanto si fin,
con la hebra de mis lágrimas
He llorado
al lado de un niño muerto,
al lado de un niño sin agua ni pan,
al lado de un niño sin padre ni madre,
al lado de un niño sin casa ni escuela,
al lado del niño de nadie.
He llorado de nuevo
al lado del niño agua, del niño pan,
al lado del niño padre, del niño madre,
ay... al lado del niño casa, del niño escuela.
Hoy se agranda el lenguaje de mi llanto
frente al niño
sin agua ni pan
sin padre ni madre
sin casa ni escuela.
NIÑO
ANDINO
He leído el espinoso llanto de un niño
que desgrana su vergüenza
cuando quema la pollera de lana
y cuando la ciudad borra su mundo.
Niño,
frágil como el hielo,
helado como el hielo
caliente como el horno;
niño,
has quebrado las calles
en busca de un pan,
cuando todo se ha vendido,
mientras vacías quedan las bateas,
sólo con el recuerdo de algunos panes vacíos.
Los niños comen
llenos de hambre y sed
lejos...
en el desierto de un pan lejano y frío.
¿Quién deja las gotas del agua,
quién entrega un pan
aunque sólo para que lo mire mi niño?
CANILLITA
Ambiguo como el viento
lejano como el futuro
cercano como el dolor
hambriento como el mediodía.
Parado como el árbol
movedizo como la veleta
antiguo como el mundo
eterno como el tiempo
Presente como el oxígeno
enfermo como la muerte
oscuro como la noche
hambriento como el pan.
MANOS
DEL HAMBRE
Mis pasos
de barro fermentado
me han llevado a la calle
sin el nombre de la mañana
de
la tarde
de
la noche.
He mirado
sin la luz de tus ojos
la locura de mis manos.
He mirado la muerte de
los niños
velada en el canasto
vacío de un pan.
Han mirado mis manos:
la muerte interminable
de los niños
la mortaja regalada de
un pan en la calle.
Mis manos y mis pies
han discutido el sol de mi pan
y el día muere agotado
en la interminable cuesta de la noche.
Callados han quedado los
niños
dormidos en las calles
secas del hambre.
Han llorado los niños
metidos en la cuna del hambre,
en la mañana de un pan,
en la tarde del hambre,
en la noche de la muerte.
MAQUILLAJE
DE HAMBRE
El maquillaje de hambre
la mañana
la tarde
la noche
El maquillaje de hambre
la casa
la calle
la escuela
el colegio
la universidad
El maquillaje de hambre
el trabajo
el mercado
el restaurante
El maquillaje de hambre
el niño
la niña
el adolescente
el joven
el anciano
El maquillaje de hambre
la pena mía
la pena tuya
de todos el dolor
el parto
el examen
la enfermedad de mi pueblo
(14
marzo de 1999)
NIÑO DE
BARRO
Desgraciadamente
muerden muy callados
tus pies matutinos
el barro de tu camino ensangrentado
mientras comes las curvas de la vida
mientras buscas el Apocalipsis de tu vida.
Astillas
tus manos heridas
con el machete de tu hambre homicida
con las monedas vendidas de Judas
con la mano habrienta del juez
con la madera negra de un ataúd
con el nombre de la tierra muerta
con la pelota de los juegos engañosos.
El barro fermentado de tus pies
levanta la bandera multicolor:
dolor, hambre, sed, injusticia, muerte.
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